EL PROYECTO

OBJETIVO Y FINALIDAD DE LA IDEA DEL PROYECTO

La idea de proyecto surge a raíz de la triple crisis existente en la actualidad: medioambiental, económica y social (migración y reto demográfico).  La cuestión del agua se presenta como fundamental en la agricultura, especialmente en Extremadura, donde los escenarios climáticos futuros sugieren una aridez y escasez de agua cada vez mayores. A este aspecto se une la reducción de la biodiversidad y la pérdida de fertilidad del suelo. Esta situación requiere de estrategias de uso eficiente del agua más allá del riego y la parcela individual, teniendo en cuenta las cuencas hidrográficas en su conjunto, pues el agua es un recurso de vital importancia biológica y comunitaria.

     El objetivo general del proyecto es promover la incorporación de prácticas agroecológicas (a nivel de comarca, explotaciones y en las agendas de políticas públicas locales) que ayuden en la disminución

de huellas hídricas (menor demanda, cultivo de agua) y de carbono (retención de agua, mejora de suelos), garantizando la viabilidad económica frente a la menor disponibilidad de agua a través de modelos productivos más resilientes frente a cambios climáticos y más diversificados.

 

Estado de la situación.

La cuestión del agua, la agricultura y las crisis por venir

El agua es vital en cualquier debate sobre economías agrarias (IPCC 2020), particularmente en Extremadura:

•La agricultura convencional utiliza en torno al 70 % del agua que es canalizada

•El 23 % del total de emisiones antropógenas de gases de efecto invernadero (2007 a 2016) proviene de la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra

•Sólo el 20% de la agricultura sometida a regadío supone un 40% de la producción alimentaria

•Las crecientes sequías suponen disminución de la precipitación estival en el sur y centro de Europa, además de un aumento de las temperaturas, lo que acrecienta progresivamente la evaporación de agua disponible y la evapotranspiración de las plantas

•Según informes del IPCC, es el manejo productivo y de los regadíos un factor fundamental en el avance del cambio climático: “Los cambios de uso de la tierra, la construcción y gestión de embalses, las emisiones de poluyentes y el tratamiento del agua y de las aguas de desecho influyen tanto en la cantidad como en la calidad de los recursos hídricos. El uso de agua depende de los cambios de población, del consumo de alimentos, de la economía (incluido el control de los precios del agua), de la tecnología, del estilo de vida y del valor que la sociedad atribuye a los ecosistemas de agua dulce”